martes, 7 de febrero de 2012

Metodología.


     Comparados con otros campamentos nuestra ratio es bastante reducida, para poder proporcionar una atención más individualizada, ya que este es un aspecto que consideramos fundamental.

     Nuestra metodología será activa y participativa, porque en cada una de nuestras actividades intentaremos que todos los niños/as participen por igual, haciéndolos protagonistas.

     Consideramos que el simple hecho de que los niños/as este en contacto con la naturaleza, ya les proporciona una experiencia vivencial que les puede aportar muchos aprendizajes en sí misma, aún así, programamos actividades que les sean cercanas, que puedan realizar, que resulten atractivas, y que al mismo tiempo les hagan descubrir una realidad cercana, pero que les es en parte desconocida.

     Pensamos que el permanente contacto entre los niños/as de distintas edades es enriquecedor. En este caso concreto, aunque la franja de edad no sea muy amplia, 8-11 años, se producen cambios significativos en la actitud y personalidad del niño/a, por tanto las monitoras nos encargaremos de organizar los grupos en base a nuestros objetivos. Fomentando de esta manera, la interrelación entre los niños/as.

     El funcionamiento y las actividades establecidas en nuestra propuesta de campamento, pueden variar dependiendo de las características de los grupos que recibamos. Con la finalidad de adaptarse y cumplir sus intereses, necesidades y expectativas.

     Una de nuestras labores como monitoras y educadoras es crear en todo momento un clima de confianza y afecto en el que el niño/a se pueda desenvolver con total seguridad. Debemos prestar especial atención a aquellos niños/as que puedan tener dificultades a la hora de integrarse con el resto del grupo, y diseñar estrategias en vista a su integración total.

     El aprendizaje a través del juego, es una de las bases fundamentales de nuestra metodología. Aprender jugando, es decir, aprender de forma amena y divertida, en un ambiente distendido, realizando actividades que nos resulten agradables y que al mismo tiempo sean significativas.

     Trabajar los afectos implica tratar a cada uno de nuestros niños/as como un ser único y especial, y hacerles sentir como tal para reforzar la seguridad en sí mismos. La expresión de los propios sentimientos y emociones, y el entendimiento y aceptación de éstas en los demás compañeros, fomentará una relación de comprensión, igualdad, compañerismo y por tanto se creará una relación afectiva tanto entre ellos/as, como con el equipo de monitoras basada en la confianza, el respeto y la compresión.

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